
La gala de los famosos premios de la música que se celebraron en Madison Square Garden de Nueva York y presentada por James Corden por segundo año consecutivo tuvieron un gran vencedor, el hawaiano Bruno Mars, que se llevó los seis premios a los que optaba como nominado, entre los que se encuentra la grabación y disco del año por 24k Magic y la canción del año por That's what I like. El segundo ganador (aunque absoluto vencedor dentro de las categorías del rap) fue el rapero Kendrick Lamar que se alzó con cuatro grammys, principalmente por su tema Humble. Ed Sheraan se hizo con dos de los premios por su álbum Divide y su canción Shape of you. Las películas La La Land y Vaiana no se fueron con las manos vacías y se llevaron dos y un premio respectivamente. Al contrario que le pasó al rapero Jay-Z que optando a ocho premios no tuvo la misma suerte y se fue sin ninguno de los premios. Entre las actuaciones de la noche destacaron los duetos de Bruno Mars con Cardi B y Luis Fonsi con Daddy Yankee o el número especial presentado por la actriz Janelle Monáe y en la que Camila Cabello, Kesha y Cindy Lauper interpetraron Praying, uniéndose a las reivindicaciones contra el acoso sexual.
Empezamos hablando del ganador indiscutible de la noche. Con sus 32 años y tres discos en el mercado, Bruno Mars está pasando por su mejor momento y sin ninguna duda su disco 24k Magic está marcando historia, se alzó con las seis premios en la gala, todos a los que estaba nominado.
24K Magic se hizo con los premios a mejor álbum del año, grabación del año, mejor álbum R&B, mejor arreglo para álbum, no clásica mientras que la canción That's what I like se hizo con otros dos como son la mejor canción del año y mejor canción R&B.
No es la primera vez que el jóven cantante sube a este escenario a recoger un premio, es más, cuatro Grammys han sido los premios que hasta la fecha Bruno ha recogido por su éxito Just the way you are, su álbum Unorthodox Jukebox y por su participación en Uptown Funk.
Además de acudir a la gala y recoger los premios, el hawaiano actuó en la gala junto a la cantante Cardi B para interpretar la versión conjunta que han estrenado hace unos días de la canción Finesse, en la que hicieron vibrar al público.
El segundo gran ganador de la noche fue Kendrick Lamar que se alzó con cuatro premios, en la que arrebató todos los premios a su principal oponente Jay-z, y consiguió el premio a mejor canción rap, mejor video musical y mejor interpretación de rap por Humble y el otro por su colaboración junto a Rihanna por el tema Loyaly, que ha sido premiada como mejor colaboración del año. Lamar ha cosechado a lo largo de su carrera otros siete premios Grammy como el mejor álbum por Good kid, M.A.A.D City o el mejor escritor del año.
Su actuación durante los premios tuvo polémica pues acabó con los bailarines falsamente disparados, lo que ha podido provocar disconformación entre público y espectadores por los últimos hechos producidos en el país norteamericano en el que los ataques se han producido en forma de tiroteo entre otros.
La noche estuvo plagada de actuaciones estrella como fueron Luis Fonsi y Daddy Yankee con su éxito Despacito que dieron su toque español a la gala. Miley Cyrus y Elton John interpretaron Tiny dancer mientras que Sam Smith cantó su tema Pray. Sin embargo, el punto más emotivo de la noche lo pusieron la actriz Janelle Monáe con su introducción a la presentación de Kesha sobre el acoso sexual.”A todos los que nos quieran silenciar les decimos: el tiempo se ha acabado”. A continuación Kesha interpretó junto a Camila Cabello y Cinty Lauper. Camila Cabello por su parte mostró su apoyo hacia los mejicanos por la polémica sobre la expulsión de los mismos de Estados Unidos desde la llegada del presidente Donald Trump al poder.
La gala se desarrollo sin ninguna sorpresa tal y como se esperaba. James Corden condujo la gala por segundo año consecutivo aunque sin grandes sorpresas que destacar, poniendo su punto cómico a la noche como solo los grandes comediantes saben hacer. Siguiendo su línea, realizó un Carpool Karaoke con un objetivo más sorprendente que su mítico coche en el que tantas estrellas se han subido: el metro de Nueva York y acompañado por los grandes Sting y Shaggy.
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